
Intensamente, tirada en el colchón cubierto por un acolchado de plumas a lunares, mi mente empieza a trabajar. Dibuja cosas abstractas, personas, y, como personaje principal yo. Muchos personajes son actores que me gustan o gente que no conozco, simplemente son producto de mi imaginación. Allí empieza el arte, una obra maestra, donde, a causa de la magia mi mente empieza a elaborar. Movimientos bruscos se interpretan por dentro y por fuera también. Amores que ni pudiera volver a imaginar y que solo ocurren una vez, pero, como dicen todos "Cuando un chico sueña, al otro día se vuelve realidad" pero creo que para una adolecente tarda un poco más.
Uno de los últimos sueños que tuve fue, que caía por un espiral y llegaba a un lugar, medio extraño, en el que conocería al chico de mis sueños, pero en la mitad del sueño...cualquier otra cosa me viene a la mente, me despierta,y, en ese mismo instante...
Se termina mi historia...
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